Marta Martínez comienza por transmitir los ingredientes y las cantidades necesarias, siendo éstas: por cada 5 litros de aceite frito, corresponden 5 litros de agua, 1 kg de sosa caústica y un poco de esencia para darle buen olor.
En primer lugar se mezcla el agua con la sosa y se comienza a remover hasta que deja de humear, teniendo mucho cuidado siempre de que no salpique,
porque nos podríamos quemar.
Cuando ha dejado de humear se le va añadiendo el aceite poco a poco pasándolo previamente por un colador, para quitarle todos los restos que pueda tener el aceite. Seguimos y seguimos removiendo, siempre en dirección de las agujas del reloj, sin parar y sin cambiar de dirección y teniendo mucha paciencia, seguimos y seguimos removiendo hasta que cuaje
un poco y se aclare de color.
Nosotros estuvimos 3 horas removiendo, y por tanto todo el alumnado de los cursos anteriormente mencionados han participado removiendo el jabón, pero, si se utiliza una batidora se tarda bastante menos.
Una vez que lo vemos espeso y de color claro comenzamos a depositarlo con mucho cuidado en los moldes. Estos moldes pueden ser de tetrabrick de leche o de zumo y cortados por la mitad, también pueden ser de silicona, pero nunca de plástico fino como las botellas de agua o los vasitos del yogur. Hemos experimentado que tampoco pueden ser de aluminio, ya que le pone los bordes negros al jabón.
Una vez que se han llenado los moldes hay que dejarlos reposar un par de días hasta que endurezcan un poco para cortarlo si está en moldes grandes o para sacarlo del molde. Por último y muy importante, hay que dejarlo reposar unos treinta días para que la sosa haga su efecto.
Jabón listo para ser distribuido entre el alumnado y el profesorado
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